¿Pensaste que era un resfriado? Descubre si en realidad es asma, la enfermedad respiratoria crónica que crece en Corea

El asma: un desafío respiratorio crónico poco reconocido en Corea

El asma es una enfermedad inflamatoria crónica de las vías respiratorias que provoca hipersensibilidad y estrechamiento de los bronquios, causando tos recurrente, dificultad para respirar, opresión en el pecho y sibilancias. En Corea, aproximadamente el 2.4% de la población padece asma, con una prevalencia mayor en personas mayores de 60 años, que alcanza el 3.5%. Según datos recientes, en 2022 cerca de 1.75 millones de pacientes acudieron a hospitales por asma, con un aumento gradual en los últimos cinco años debido al envejecimiento poblacional, la contaminación ambiental y la exposición a partículas finas. A pesar de su frecuencia, el asma a menudo se confunde con resfriados o bronquitis, lo que retrasa el diagnóstico y el tratamiento adecuados. El diagnóstico temprano y preciso es vital, pues el asma es una enfermedad crónica que requiere manejo continuo y no una cura única.

Síntomas del asma que se confunden con un resfriado

Muchas personas en Corea confunden la tos persistente y la dificultad para respirar tras un resfriado con síntomas virales prolongados. Sin embargo, si la tos dura más de cuatro semanas o persiste la dificultad respiratoria, se debe sospechar asma. A diferencia de los resfriados, el asma implica inflamación crónica de las vías respiratorias que provoca síntomas recurrentes y exacerbaciones desencadenadas por alergias, infecciones, aire frío o estrés. La falta de diagnóstico puede empeorar los síntomas y aumentar el riesgo de ataques graves. Los expertos recomiendan realizar pruebas de función pulmonar para confirmar el diagnóstico y diferenciar el asma de otras enfermedades respiratorias.

Panorama actual del tratamiento del asma en Corea

El tratamiento fundamental para el asma es el uso regular de corticosteroides inhalados, que reducen directamente la inflamación de las vías respiratorias y previenen exacerbaciones. Sin embargo, en Corea el uso de inhaladores es insuficiente, ya que muchos pacientes dependen de medicamentos orales o esteroides, que pueden causar efectos secundarios graves con uso prolongado. El asma severa, que afecta al 5-10% de los pacientes asmáticos, representa una carga significativa para la salud, con altos costos médicos y hospitalizaciones frecuentes. Los tratamientos biológicos, que actúan sobre vías inmunológicas específicas, han demostrado gran eficacia para el asma severa, pero su acceso está limitado por la cobertura del seguro y los altos costos.

Desafíos en el manejo del asma severa y el sistema de salud

Los expertos señalan que muchos pacientes con asma severa permanecen sin diagnóstico o con tratamiento insuficiente debido a la baja conciencia entre médicos de atención primaria y pacientes. Los sistemas de derivación a centros especializados son limitados, dejando a muchos en una zona de sombra terapéutica. El uso excesivo de esteroides orales es común, aumentando riesgos de osteoporosis, hipertensión y diabetes. Las tasas de hospitalización y mortalidad por asma en Corea son superiores al promedio de la OCDE, lo que subraya la necesidad de mejorar las estrategias de manejo y ampliar el acceso a terapias avanzadas como los biológicos.

Factores culturales y ambientales que influyen en el asma en Corea

La urbanización, la contaminación ambiental y la exposición a partículas finas contribuyen significativamente al aumento de la prevalencia del asma. Además, el estrés psicológico y factores de estilo de vida, como el uso problemático de internet, se han relacionado con exacerbaciones en adolescentes coreanos. Programas de salud pública, incluyendo centros de educación sobre asma y capacitación para enfermeros escolares, se han implementado para aumentar la conciencia y mejorar el manejo de la enfermedad. Estas iniciativas son clave para abordar percepciones culturales y mejorar la adherencia al tratamiento.

Vivir bien con asma: importancia de la conciencia y el cuidado constante

Aunque el asma no tiene cura, es una enfermedad controlable con diagnóstico adecuado, tratamiento y ajustes en el estilo de vida. Se recomienda a los pacientes comprender bien su condición, usar inhaladores de forma estricta y evitar desencadenantes conocidos. Los controles regulares y pruebas de función pulmonar ayudan a monitorear el control de la enfermedad. Los programas nacionales de educación y clínicas especializadas buscan mejorar la calidad de vida de los pacientes. En definitiva, el manejo constante conduce a una respiración más saludable y reduce el riesgo de ataques graves, permitiendo a los pacientes llevar vidas activas y plenas.